
KCHO
Isla de la Juventud, Cuba, 1970
Siento que si de algo me sirvieron tantos años de escuela académica realmente fue para darme cuenta que el patio de mi casa estaba lleno de aserrín, no de serrín como dicen ustedes. De polvo y trozos de madera del trabajo de mi padre, y de toda la maquinaria heredada del suyo, quien tenía una fábrica de juguetes en la Habana. Yo estoy seguro de que de no haber tenido la oportunidad de todos estos años de estudio que tuve, hubiera acabado siendo carpintero como él. Pero una formación fuerte fue necesaria para darme cuenta de la importancia de todas esas cosas cercana y que me rodean a diario, de esos pedazos pequeños de madera, de esas virutas, importantes y claves en mi trabajo. Como el rescate de esos momentos olvidados y de esas frases tan importantes para mi…