Camargo Hermann CAMARGO HERMAN retrato

Hermann Camargo

Hermann Camargo, utilizando una disciplina de otra época, ilumina algunos de los elementos más significativos de la vida cotidiana que nos rodea. Con ello cumple, casi 400 años después, una deuda social. Pintar lo nuestro -guamas, pitayas, mamoncillos, etc.- es soltar más allá de la relación diaria que tenemos con ellos. Al universalizar, él lo hace nuestro; libera la forma a una catarsis colectiva y enriquece la memoria histórica y universal. En nuestros países, la pintura se confunde con la realidad misma y, en la mayoría casos, se pierde en él, se desvanece bajo multitudinarias influencias y es sumergidos en el caos de nuestra identidad.

El sentido de la vida, expresado a través de sus manifestaciones culturales, es

relegado a análisis antropológicos, y su significado no trasciende vida diaria. Esta incompleta nos impide liberarnos del estigma del pasado y en la medida en que esto ocurre llevamos este estigma como un peso muerto que oscurece nuestro futuro. Así es como, los métodos europeos del arte y la ciencia, son limitados, nublan, y ciegan y la presente inquisición se proyecta finalmente: «La realidad misma se pierde» La difícil y ardua tarea de sumergirse en el pasado; de reconocimiento en el presente y la perpetuación en una obra de arte parecen ser el único medio mediante el cual crear una base que pueda proporcionar un vínculo válido con las sociedades avanzadas. La disparidad en la realidad histórica de América Latina, es decir, la coexistencia de formas culturales neolíticas Poporos, Cerbatanas, con post formas industriales de existencia y de vida, así como la preservación entre ellas de distintas fases de desarrollo en los estratos sociales nos obliga, dada la circunstancia, revalorizar la historia y el sentido del arte.

Guillermo Matallana


OBRAS

Camargo Hermann CAHE 1
Camargo Hermann
Guamas
1995
75 x 105 cm
Aguatinta y Aguafuerte
Taller Arte Dos Gráfico
100 Ejemplares