César Landazábal

San José de Charta, Santander, Colombia, 1945

Cuando César Landazábal se vino para Bogotá con la intención de estudiar música, los animales y las plantas que habían habitado su infancia en san José de Charta, el pueblo santandereano, no eran más que bellas curiosidades.

Hoy, a sus 57 años, este hombre sencillo que toca el tiple y canta en las reuniones familiares, es un maestro de la pintura y el dibujo de nuestros recursos naturales. egresado de la Escuela de Bellas Artes de la capital, Landazábal trabajó 26 años en el Inderena (Instituto de recursos naturales) y uno en el Himat (hoy instituto de hidrología, meteorología y estudios ambientales, Ideam), siempre pintando la naturaleza.

Una manera de proteger y conservar es mostrar lo que hay . En eso cree firmemente y hablar con él es perderse en cientos de especies, muchas en vía de extinción y otras desaparecidas.

Sus obras no son una simple relación de flora y fauna. Para cada trabajo, el artista debe investigar hasta los detalles más sencillos: hay que saber cómo es su medio, el clima y la manera en que se mueven. Por ejemplo, todas las aves no vuelan de la misma manera. Se tiene cierta libertad para componer los paisajes pero siempre ceñido a la realidad .

El suyo es, para los conocedores, un trabajo tan minucioso que césar Landazábal es uno de los pocos pintores de estampillas que sobre estos temas hay en Colombia. El primer sello postal que hizo fue sobre el parque los nevados, en 1981, y ya ha hecho más de 60. Hoy, justamente, se lanza un mapa compuesto por ocho estampillas que muestran todas las riquezas de nuestro país.

En el museo del río Magdalena, en Honda, hay dos murales de su autoría y ahora está ilustrando un atlas panorámico de Colombia y una guía de aves del parque natural Los Besotes, de Valledupar.