Juan Iribarren

Caracas, Venezuela, 1956

Trabajando dentro del legado de la pintura abstracta, Iribarren está interesado en la yuxtaposición aparentemente contradictoria de la no figuración geométrica y la representación atmosférica. Su obra explora la esencia perceptual y relativa de la luz circunstancial. En las pinturas de Iribarren, los colores, los campos vacíos y los segmentos formados por pinceladas gestuales, todo apunta a situaciones atmosféricas, específicamente, la interacción siempre cambiante de luces y sombras en las paredes vacías de su estudio. y, sin embargo, manteniéndose fieles a los acontecimientos visuales, las pinturas de Iribarren están concebidas para ser experimentadas como obras de abstracción. a través de sus lienzos, las diferentes viscosidades de las pinceladas en capas generan sistemas de bordes fracturados y charcos de color. emergen así aparentes estructuras geométricas, creando un tipo de abstracción visualmente perceptible. En el año 2000, Iribarren comenzó a fotografiar algunos de los motivos visuales presentes en sus cuadros para mostrarlos junto a ellos. Sus fotografías registran las circunstancias lumínicas y también subrayan la geometría presente en las pinturas, uniéndolas inmediatamente en una imagen plana. Producidas inicialmente para documentar el proceso de abstracción de Iribarren, sus fotografías pronto comenzaron a explorar la luz que cae sobre sus pinturas. al registrar el efecto de la luz sobre el color y el tono, estas fotografías también desdibujan la línea entre lo que contienen los lienzos de Iribarren y lo que hay más allá de ellos.