Edgar Álvarez

Restrepo, Valle, Colombia, 1947

Cuestionar lo que vemos, lo que escuchamos, lo que decimos, dibujamos, sentimos y dejamos de sentir, o incluso nuestra relación con la nada en la búsqueda de lo insólito, en la cotidianidad desgarrada del presente, implica la emoción y la pasión Artística que afecta los mismos sentidos.

Edgar Álvarez

Partiendo del periódico, del papel impreso que en horas se convierte en material de desecho, Álvarez realiza un reciclaje, un proceso de recuperación y de enriquecimiento a base del más puro dibujo que le permite ahondar e investigar permanentemente. Como el equilibrista versado que domina el andar sobre la cuerda, igual de frente o hacia atrás, que brinca o se arrodilla sin temor a fallar, así Edgar Álvarez despliega habilidad en sus «collages». Dobla el periódico, lo arruga, lo corta, usa sus mensajes, asocia palabras con libertad, resalta fechas, números. El periódico es para él caja de Pandora, su paleta, su pincel, es, todos sus medios. Sin ostentación cromática, con sobriedad e imaginación inventa formas y construye espacios, sus tonos grises y sepias, que son los mismos que adquiere el papel con el paso del tiempo, le sirven para sombrear planos, crear volumen y profundidad. Paradójicamente le confiere el periódico cierta voluptuosidad y misterio.

Los encolados de Álvarez no buscan engañar el ojo, ni crear falsas superficies textuales, ni terminados de pintura pintada. Son lo que son, periódicos pegados, material elaborado, papel impreso.

La obra de Álvarez está cargada de sentido lúdico y lo manifiesta en la justa posición de titulares de prensa, en la asociación libre de hechos inconexos, en la combinación de letras y números. Un mundo para ir descubriendo, en que el artista crea y elabora, denuncia y se hace solidario de todas las causas nobles.

Leonel Estrada